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Por Damián Javier Lazota |
Aunque puedo sospecharlo, desconozco el
momento en que la mujer pasó a convertirse en objeto del hombre. En
la Grecia de Platón las mujeres ya estaban condenadas a ser el
vientre de la humanidad. 2400 años más tarde hay insinuaciones de
cambio.
Intentar viajar más lejos en el tiempo
parece en vano. La fuerza del hombre marcó la obediencia histórica
de la mujer por miles de años y nuestra cultura se fundió con ese
estigma que tanto cuesta revertir.
En la música de hoy hay dos mujeres
con las que crecí y me formé como persona. Una por sus letras y
otra por sus interpretaciones. Y ambas por su potencia.
Cuando se menciona a María Elena Walsh
y Mercedes Sosa, necesariamente debemos pensar en dos mujeres que han
marcado el ideario cultural argentino de al menos estos últimos
cincuenta años. Ellas son parte de una forma de pensarnos. María
Elena por describirnos y Mercedes por acentuar esa descripción como
ninguna.
En el día internacional de la mujer y
con el deseo de abolir los días de... los invito a recorrer esta
entrañable música que sin dudarlo nos elevará a lo más profundo
de nuestro reflexivo ser.
Para terminar me apropio de las palabras del doctor Alfredo Grande, un gran pensador y contemporáneo argentino;
“No
festejamos un día. Homenajeamos en un día las luchas de décadas
por la emancipación de las mujeres que combaten al patriarcado sin
resignarse a las sobras de ningún banquete.”
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